Por Daniela Inostroza
Autor: Equipo Jogglar.com
El Covid-19 no sólo nos trajo repercusiones sanitarias, sino también se ha hecho presente de manera muy significativa en el ámbito laboral de las personas, lo que ha puesto a las empresas a trabajar de manera activa en la recuperación del capital humano.
Junto a la pandemia, llegó también la incertidumbre laboral, y con esto la manera de replantearse las necesidades y proyecciones personales, dando prioridad a otros aspectos, más allá de lo monetario, por ejemplo, buscar un empleo que permita trabajar de manera remota, flexibilidad de horarios, valoración del talento, entre otras.
Desde 2020, con el inicio de la crisis sanitaria, en EEUU se ha hablado de “la gran renuncia” que llegó a remecer el mercado laboral. Este concepto acuñado por el académico en administración y negocios Anthony Klotz quién ha indicado que “esa ola de renuncias fue el resultado de repensar el presente y el futuro laboral en tiempos de Covid-19”, resultado que se reflejó en la realidad del mercado laboral en dicho país, en donde se registró un abandono voluntario de 4.500.000 personas a sus puestos de trabajo mensualmente, lo que se tradujo en casi 20 millones de renunciantes en 4 meses en el año 2021, según lo que indicaron las publicaciones de los medios oficiales. Este fenómeno se convirtió en un proceso del que no se tiene antecedentes, siendo la revalidación de ciertos aspectos sociales, culturales y emocionales de los trabajadores.
Si bien este suceso se originó en Estados Unidos, de 2021 a la fecha ya se ha extendido en todo el mundo.En Chile, en diversos círculos empresariales y redes se habla de una escasez de mano de obra a nivel operativo, pero también de un aumento importante en la rotación de personal a nivel profesional, así lo manifestó la directora del Magíster de Capital Humano de la Universidad Mayor, Ninoshka Fasce, en una entrevista con el Diario Financiero: “Las empresas ponen avisos y se presentan muy pocas personas, y algunos que se presentan,cuando se enteran que es presencial,no se interesan por el puesto, a muchos se les está haciendo difícil conseguir empleados” expresó al medio citado.
Entonces, según lo expuesto anteriormente, podríamos decir que “la gran renuncia” se traduce en la forma de replantearse la actividad laboral, el vínculo con las empresas y las organizaciones por parte de los trabajadores, dejado la responsabilidad de acción a las empresas y abriendo una nueva interrogante a discutir: ¿es este el desafío de RRHH para este el período 2022 y 2023?.